6a contribuición consejo - Hna. Deborah
Todos podemos imaginar al joven Francisco arrodillado en el destartalado San Damián, rezando ante el crucifijo, "ilumina las tinieblas de mi corazón...". Conocemos las luchas por las que pasó mientras Dios se le revelaba: Quería que fuera un nuevo loco en el mundo. Dios no quiso conducirnos por otro camino que no fuera este conocimiento... Assisi Compilation, 18
5a contribuición consejo - Hna. Joanne
A primera vista, estos versículos pueden parecer una simple invitación a que todas las criaturas alaben y glorifiquen a Dios, pero son mucho más que esto. El versículo que introduce este apartado de la carta es clave para nuestra reflexión (versículo 60, Juan 17,24): "Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy…porque me amaste desde antes de la creación del mundo".
4a contribuición consejo - Hna. Dolores
A Francisco le mueve la urgencia evangélica de proclamar las palabras del Verbo del Padre y las palabras del Espíritu Santo "que son espíritu y vida". No se trata de una espiritualidad incorpórea, sino de un Espíritu que es vida que se hace carne y da vida verdadera, en plenitud.
3a contribuición consejo - Hna. Magdalena
Siguiendo a San Francisco, hoy nuestra reflexión se detiene en la obediencia en referencia al superior que siendo el mayor debe hacerse menor y servidor de todos. La obediencia comienza con el amor a la propia alma que alberga la presencia de Dios en nosotros. Nuestras más profundas efusiones de amor cobran vida en nuestra alma y es aquí donde meditamos la Palabra de Dios y las inspiraciones de su Espíritu. Nuestra vida toma forma desde el alma.
2a contribuición consejo - Hna. Benigna
Dios llamó a San Francisco y le inspiró para que transmitiera el mensaje evangélico a los hombres de su tiempo, como lo hace con nosotros en el momento presente. Allí donde el mal, los vicios y el pecado estaban y están a la orden del día, Dios nos llama a dejar el pecado y a trabajar por un mundo en el que los corazones sean inocentes, en el que se busque el bien de todos, en el que la paz y el amor sean un signo del amor de Dios.
1a contribuición consejo - Hna. Deborah
San Francisco habla desde su propia experiencia cuando escribe sobre la oración. Oye las palabras de Jesús como si estuviera sentado al lado de la mujer samaritana, y escucha atentamente. … había hecho su nido en las hendiduras de las rocas, y su morada en las grietas de las peñas escarpadas. Cantar de los Cantares 2,14. Todo anonadado Flp 2,7 permanecía largo tiempo en las llagas del Salvador.